La final de la Copa Libertadores, que se disputará el 30 de noviembre en el estadio Monumental, trastocó los planes de la Asociación del Fútbol Argentino. Como la Conmebol precisa tener el estadio listo con varios días de anticipación para el partido decisivo entre Atlético Mineiro y Botafogo, la AFA debió buscar otro escenario para el encuentro de la selección campeona del mundo ante Perú, previsto para el martes 19, en una nueva fecha de eliminatorias sudamericanas. La decisión ya está tomada: se jugará en la cancha de Boca. El árbitro también está definido: será el colombiano Wilmar Roldán, que la semana pasada dirigió la semifinal de la Libertadores entre River y Mineiro en Núñez.